Caracas, 04 May. AVN.- El político opositor Capriles Henrique, durante una entrevista con el periodista Javier Lafuente para EL PAÍS, aseguró que el voto es la forma correcta de hacer política y generar un cambio.
Asimismo, reafirmó su decisión de presentarse a las elecciones parlamentarias y regionales que se celebrará el próximo 25 de mayo.
En dicha jornada electoral se elegirán nuevos gobernadores, alcaldes y diputados para la Asamblea Nacional, en un ambiente donde la oposición no supera los resultados tras las presidenciales del pasado 28 de julio:
El periodista, Javier Lafuente, señala que Maduro conservó la presidencia pese a que la oposición clamó victoria y mostró unas actas que lo prueban cosa que el Gobierno no hizo.
En este contexto, el candidato rival, Edmundo González, está exiliado en España; la líder de la oposición, María Corina Machado permanece escondida.
Henrique Capriles Radonski, excandidato presidencial y exgobernador del Estado de Miranda volverá a ser candidato después de ser inhabilitado en 2017 durante 15 años.
Pregunta. Usted ha mantenido que Maduro se robó las elecciones el 28 de julio.
Respuesta. Absolutamente. Hasta las piedras en Venezuela saben que Maduro se robó las elecciones.
P. ¿Por qué votar entonces el 25 de mayo y avalar unas elecciones si las condiciones no han cambiado?
R. Con el voto no reconoces a la dictadura ni la legitimas. Millones de venezolanos elegimos el 28 de julio a Edmundo González. Hoy en Miraflores debería estar él y no Nicolás Maduro. Para mí, el voto en Venezuela es una expresión de resistencia, de resiliencia, de que no nos rendimos.
P. Pero, ¿cómo le dice a la gente que vaya a votar si no se va a respetar el resultado?
R. Porque yo creo que siempre será peor para el régimen tener que robar el resultado. La oposición ya ha utilizado la abstención como forma de hacer política y al final es la nada. ¿Qué puedes construir desde la abstención? Lo único que haces es facilitarle las cosas al Gobierno. Maduro está feliz otra vez con este debate entre votar y no votar, pero te aseguro que tranquilo no está. Está en el poder, pero tranquilo no, porque sabe que su base electoral ha quedado muy menguada.
P. ¿Siente que va a haber unos resultados confiables?
R. ¿Va a volver a hacer una copia del 28 de julio? No lo sé. Lo que sí sé es que a él se le hace muchísimo más cuesta arriba tener que hacerlo a decir que la oposición no quiso participar. Para mí, la política es la acción y la abstención es la inacción. La elección como hecho político genera otros hechos políticos. Además, es el terreno donde el Gobierno es más débil y nos lo ha demostrado en todos estos años. El Gobierno hasta ahora ha mantenido la convocatoria de las elecciones, ha jugado con las fechas, pero las ha mantenido. Es probable que quiera acabar con las elecciones como están previstas hoy en la Constitución, por eso plantea cambiarla. ¿Cómo le dices a la gente que no vote ahora y sí lo haga para la reforma constitucional que será muy, muy, muy pronto?
P. Tras las elecciones del 28 de julio, Edmundo González está exiliado; María Corina Machado, resguardada y aún hay centenares de presos políticos. ¿Se puede ir a una elección en estas condiciones?
R. Yo creo que lo que va a poder destrancar el juego es que nosotros tratemos de buscar que vuelva la política. Porque si no vuelve la política, el Gobierno se mete en su trinchera.
P. Eso ya sucedió el 28 de julio.
R. Hubo algo que no se logró. Pensamos que una paliza electoral iba a abrir una puerta de negociación, pero esa puerta no se abrió. Nosotros creímos que la elección iba a resolver el conflicto político en Venezuela y no lo resolvió.
R. Hubo algo que no se logró. Pensamos que una paliza electoral iba a abrir una puerta de negociación, pero esa puerta no se abrió. Nosotros creímos que la elección iba a resolver el conflicto político en Venezuela y no lo resolvió.
P. ¿Qué hubiese hecho usted distinto antes, durante y después del 28 de julio?
R. No quisiera decirlo porque es muy fácil venir ahora a decir: ‘Yo hubiera hecho esto’. Lo que hay que hacer es recordar que la unidad se conformó para buscar un cambio político pacífico. No creemos en las soluciones de fuerza, aunque algunos hablen de ellas. Cuando en el 2014 convocaron La Salida, con Leopoldo López al frente, era fuera de la unidad. ¿Qué significó aquel fracaso? Fortaleció al Gobierno de Maduro, debilitó a la oposición democrática. La Asamblea de 2015 se ganó porque hubo una unidad perfecta. Después de todas las protestas de calle de 2017, a las cuales fuimos todos, vino una elección y hubo compañeros que dijeron que no se podía ir, tan así que no nos presentamos a la elección presidencial de 2018. Le regalamos a Maduro seis años. Después, vino el Gobierno interino en 2019. Esa fantasía otra vez genera una fractura a lo interno de la oposición, porque no era institucional. Cuántas veces dijimos que Maduro era ilegítimo y, sin embargo, la expectativa que había generado el propio Edmundo es que Maduro le iba a entregar la banda. ¿Dónde se iba a juramentar? En la Asamblea que preside Jorge Rodríguez y que habías dicho que no reconocías. Las contradicciones terminan siendo muy costosas para la propia oposición democrática. No podemos apartarnos de lo que somos. Es Maduro el que se apartó de la democracia, el que viola la Constitución. El juego está trancado. Maduro en el poder, Edmundo González en Madrid. ¿Qué hacemos los venezolanos? ¿Caemos en la desesperanza, en la resignación o seguimos buscando dónde expresar la voz de la mayoría?
P. Edmundo González no se exilió por gusto. El juego está trancado desde hace muchos años. ¿Hasta cuándo se puede aguantar?
R. El Gobierno hubiera estado más tranquilo si Edmundo no hubiera sido candidato, si María Corina, inhabilitada, hubiera dicho: ‘No vamos a las elecciones’. Si yo fuera María Corina o Edmundo, convocaría a la gente de nuevo a votar. Se trata del voto como instrumento de lucha. Si María Corina y Edmundo dicen hoy “vuelvan caras”, vayan a votar, Maduro no hace las elecciones del 25 de mayo. Maduro esperó a que saliera María Corina a decir que los venezolanos no deben ir a votar para convocar la elección y para meter la elección de la Asamblea Nacional con la de gobernadores y alcaldes. La toma de posesión de la Asamblea Nacional es en enero del próximo año y Maduro hace la elección ahorita porque la oposición iba a volver a pisar el peine de la abstención.
P. ¿Sigue creyendo que es más fácil hablar con los hermanos Rodríguez, Jorge y Delcy, que con Diosdado Cabello?
R. Diosdado pareciera siempre tener una voz absolutamente radical. Y conmigo, una obsesión personal producto de su derrota en las elecciones de gobernadores de 2008. Y con los Rodríguez… Al final hay una cúpula que trabaja al unísono. El negociador de Maduro ha sido Jorge Rodríguez, pero no es porque sea más chévere, es porque la cúpula trabaja al unísono
P. ¿Qué le han parecido los primeros 100 días de Trump respecto a Venezuela?
P. Absolutamente terribles. Agarrar a la gente por su color de piel, por un tatuaje… Que por tu nacionalidad seas sospechoso y termines en una cárcel de El Salvador es terrible. Además, pensar nuevamente que aplicar una política de presión a la economía va a generar un quiebre en Venezuela y va a significar la salida de Maduro del poder es reeditar algo que ya vivimos y fracasó.
P. ¿Qué le parece la defensa de Maduro de los migrantes encarcelados en El Salvador cuando en Venezuela hay cientos de presos políticos?
R. Es bochornoso y lo único que demuestra es lo caraetabla que es Maduro. Es una burla que Maduro salga a defender migrantes venezolanos cuando es el responsable de que siete millones de venezolanos estén fuera del país.
P. ¿Qué le parece la ambigüedad de líderes de la oposición como Guaidó, María Corina Machado o Leopoldo López ante las políticas de Trump y Bukele?
R. Uno también se avergüenza de eso. Es como si el jefe fuera Trump. Sobre El Salvador, es conocido que hay algunos venezolanos que han estado involucrados en el Gobierno de Bukele. Es bochornoso.
P. ¿Cómo valora el papel del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero en Venezuela?
R. Me consta que ha querido asumir un perfil, mantenerse como una persona que tenga un canal de comunicación con el Gobierno. Yo no juzgo eso, yo he tenido mis diferencias con él y se las he expresado, pero, al final, todo el que quiera ayudar a que Venezuela pueda encontrar una solución, bienvenido sea. Yo le he pedido al presidente Zapatero ayuda para la liberación de presos políticos y Zapatero me ha cogido el teléfono. Ayudó a Edmundo González. No reconocerlo sería de una mezquindad a la que no me presto.
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