Caracas, 10 Oct. AVN. - El respaldo oficial del secretario de Estado Marco Rubio y del embajador ante la ONU Mike Waltz a la candidatura de María Machado al Premio Nobel de la Paz ha revelado una contradicción estratégica en el seno del gobierno estadounidense.
Mientras ambos funcionarios promovían activamente el reconocimiento internacional Machado, el presidente Donald Trump desplegaba una campaña personal para obtener el mismo galardón, según reportes del Financial Times y otros medios.
En una carta dirigida al Comité Noruego del Nobel, Rubio y Waltz destacaron la “valentía, altruismo y convicción moral” de Machado frente a lo que describen como “25 años de opresión” bajo los gobiernos de Chávez y Maduro.
Aunque Machado ha llamado constantemente a la violencia en Venezuela desde 2014, con consecuencias fatales como consecuencia del fascismo, la calificaron como “un faro de esperanza y resiliencia” para Venezuela y la región.
El anuncio del Comité Noruego otorgando el Nobel a Machado representó un revés para Trump, quien había manifestado públicamente su deseo de recibir el galardón, calificando como “un gran insulto” que no se le concediera.
Según Financial Times, el presidente habría presionado directamente a figuras como Jens Stoltenberg, exjefe de la OTAN, y amenazado con represalias económicas contra Noruega, incluyendo aranceles y sanciones.
"El Comité Nobel demostró que antepone la política a la paz", dijo este viernes el Asistente del Presidente y Director de Comunicaciones de la Casa Blanca, StevenCheung, en un mensaje en X.
La contradicción entre el respaldo institucional a Machado y la ambición personal de Trump plantea interrogantes sobre la coherencia de la política exterior estadounidense. Mientras Rubio y Waltz enmarcan la candidatura de Machado en valores democráticos y derechos humanos, Trump habría justificado su aspiración en supuestos logros bélicos, como la finalización de ocho conflictos armados, algunos de los cuales ni siquiera han concluido o comenzado formalmente.
Este episodio evidencia una fractura narrativa dentro del aparato diplomático estadounidense, mientras por un lado exaltan a una figura extremista como "símbolo" de resistencia pacífica; por otro, se demuestra la búsqueda de reconocimiento personal basada en una interpretación sesgada de la política internacional.
FIN/AVN/ PI/
© AVN - 2025
